Lomo en salsa con maíz

En la entrada de hoy quiero compartir una deliciosísima receta para que preparéis una carne guisada de chuparse los dedos. En este caso he utilizado una pieza de lomo pero podéis utilizar cualquier pieza de cerdo o pollo.

Quiero hacer especial hincapié en la elaboración de la salsa porque es lo que realmente merece la pena de esta receta, la pieza de carne que utilicé es la peor carne que he comprado nunca, aun cociéndola en olla rápida quedó durísima y seca, imposible de masticar. Os aconsejo que utilicéis otras partes más tiernas como las carrilleras, magro de cabeza o sustituyáis la carne de cerdo por pollo.

En un principio no pensaba publicar la receta pero lo pensé mejor y era un error no compartir el delicioso resultado de esta elaboración para que podáis disfrutarlo en casa.

Dicho esto os detallo la receta.

Ingredientes (2 personas):

• 1 pieza de lomo
• 1 lata maíz dulce
• 1 cucharada mostaza dulce
• 5 tomates secos
• 1 manzana
• 1 trozo puerro
• ½ cebolla dulce
• ¼ pimiento rojo
• ½ vaso vino blanco
• Pimienta negra
• Albahaca
• Orégano
• Perejil
• Sal
• Aceite de oliva

Preparación:

En una olla con tres cucharadas de aceite de oliva doramos la pieza de carne salpimentada. Retiramos y reservamos.

En el mismo aceite rehogamos las verduras y la manzana troceada. Salpimentamos.

Cuando las verduras empiecen a estar tiernas añadimos el tomate seco picado, salteamos unos minutos y añadimos el maíz, la mostaza y mezclamos para integrar.

Introducimos la pieza de carne en el sofrito, las hierbas aromáticas y añadimos el vino blanco. Cocemos un par de minutos para que evapore el alcohol.

Añadimos un vaso de agua y rectificamos de sal. Cerramos olla y una vez que empiece el vapor cocemos durante 25 minutos en la posición 2 (dependiendo del tipo de carne que utilicéis necesitará más o menos tiempo). Transcurrido el tiempo abrimos olla y dejamos cocer en el fuego unos minutos para que la salsa reduzca y espese.

Servimos y a comer…

El resultado es una salsa muy sabrosa con un punto dulce exquisito. Probadla, de verdad merece la pena.

¡Nos leemos en la próxima entrada!