Aceite de oliva virgen extra aromatizado

En la entrada de hoy os voy a dar una idea para aromatizar un aceite de oliva y utilizarlo en distintos platos.

Los aceites aromatizados son deliciosos y es una estupenda opción para dar un toque muy rico a distintas preparaciones, una ensalada, verduras a la plancha, pescado o simplemente el pan tostado se convierten en platos gourmet utilizando estos aceites.

En las tiendas tenéis distintas opciones pero suelen ser productos caros, hoy os voy a enseñar cómo hacerlo fácilmente en casa. Requiere tiempo de maceración pero el resultado es exquisito. Podéis aromatizar un aceite de oliva con los ingredientes de vuestra preferencia, hierbas aromáticas frescas, verduras, especias… lo que más os guste.

Antes de enseñaros mi propuesta os cuento un par de cosas que hay que tener en cuenta.

1. La base de esta preparación es el aceite de oliva por lo tanto es conveniente utilizar un producto de calidad, escoged un buen aceite de oliva virgen extra.
2. La aceitera tiene que ser de cristal y con una abertura suficientemente ancha para que puedas introducir los ingredientes.

En mi caso compré una aceitera de cristal en la tienda Casa, es de 250 ml y lleva un vertedor muy cómodo y limpio, es estrecho ideal para un uso sin excesos ni derrames.

Y sin más os dejo con mi propuesta.

La albahaca es mi hierba aromática preferida, junto al tomate forman una unión perfecta, si añadimos ajo la familia crece y el resultado es espectacular, la guindilla aporta un punto de alegría al conjunto y creará una fusión muy Mediterránea…

En cuanto a las cantidades es a gusto dependiendo un poco de lo que quieras que predomine, en mi caso he utilizado:

• 3 hojas albahaca fresca
• 3 guindillas cayena (cuatro me pareció excesivo)
• 2 dientes ajo (en un principio iba a utilizar tres pero eran bastante grandes y opté sólo por dos)
• 4 tomates secos
• 250 ml aceite de oliva virgen extra variedad Arbequina

Pelamos los dientes de ajo e introducimos en la aceitera.

Introducimos el resto de ingredientes.

Rellenamos con el aceite de oliva.

Y lo siguiente es tener paciencia y esperar. Dejamos macerar durante unas semanas, cuanto más lo dejéis más se intensificará los sabores.

Es una buena idea ponerle la fecha de preparación (lo siento, el dibujo no es lo mío… jaja) para saber cuánto tiempo lleva macerando y conviene moverlo de vez en cuando para que los sabores se unifiquen.

Después del tiempo de espera lo tendremos listo para disfrutar, la mejor forma de degustarlo es simplemente con una rebanada de pan… a partir de ahí la imaginación de cada uno entra en juego.

Espero que os haya gustado y resultado interesante la entrada de hoy, probad a aromatizar vuestros aceites, no hay nada mejor que las cosas hechas en casa de forma artesanal…

¡Nos leemos en la próxima entrada!